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¿Cómo se hace una cata de jamón ibérico?

Como sabemos, el jamón ibérico es un producto mundialmente reconocido que tiene un papel fundamental en nuestra gastronomía. Está presente en gran parte de nuestra vida en nuestra cocina, en las reuniones familiares, en los restaurantes, en las celebraciones… en definitiva, en un sinnúmero de eventos. En esta ocasión lo podemos disfrutar en una cata.

Una cata de jamón ibérico es una buena ocasión para poder disfrutar de la textura, sabor y olor de este manjar. ¿Cómo la hacemos? ¿Qué elementos son importantes para hacer una cata? En este artículo veremos cómo se hace una cata de uno de los alimentos más valorados de nuestra cocina.

Elementos a tener en cuenta para la cata del jamón ibérico

Una cata puede ser un certamen donde expertos catadores han establecido las bases para evaluar, de la manera más precisa, las cualidades organolépticas del jamón ibérico. Sin embargo, una cata también puede hacerse en una casa, en un restaurante o en un club de aficionados, siempre guiada por un profesional. El propósito es descubrir, mediante los sentidos, todos los ingredientes que determinan la calidad del jamón ibérico. Para esto se necesitan tener en cuenta los elementos clave del lenguaje de la cata, nociones, matices y, de esta forma, aprovechar al máximo toda la información que recibamos por medio de los sentidos.

  • La vista. El primer sentido que se utiliza en una cata es la vista. En ese primer vistazo, desde la forma y textura hasta la presentación del jamón, la mayoría de los expertos empiezan a darse cuenta de la calidad. La mayoría coinciden en que una pata alargada con la pezuña negra, oscura y huesos lo más finos posibles, un tono de la grasa rosado y el magro con color rojo o rosado intenso y brillante son una señal de que se está ante un excelente producto. El aspecto es muy importante. Otro rasgo a tomar en cuenta es la sudoración del jamón y los aminoácidos cristalizados ubicados en la carne magra.

Cortador de jamón

  • Olor. El siguiente paso corresponde al aroma: ahí se puede apreciar la textura e intensidad. El olor depende en gran parte del proceso de maduración, el nivel de sal y la curación del jamón. También se ve afectado por la raza del animal y su alimentación. Es fundamental que el aroma se quede impregnado en el ambiente y sobre todo en el olfato, pues se podrá percibir mejor al momento de degustar, un aroma inolvidable con diferentes matices que se reconozca como agradable, con ganas de probarlo en el paladar.
  • Experiencia de sabor en el paladar. Ahora partimos el jamón en lonchas y lo saboreamos lentamente, sin apresurarnos. Los elementos a tener en cuenta para la nota son: la jugosidad, la sequedad y la cantidad de fibra que tiene el jamón. En general, si tiene más contenido de grasa y menor contenido de fibra al momento de masticarlo suele percibirse como un jamón de calidad. Otro elemento es el sabor: puede ser salado, debido al contenido de sal que tiene, y también puede tener una combinación de dulce.

Otro elemento a tener en cuenta es el ambiente externo, es decir, el lugar donde va a realizarse la cata. Te mencionamos algunos:

  • Establecer el lugar de la cata. De preferencia que sea un lugar ventilado, limpio y con un espacio que solo esté destinado para eso, es decir, que nada interfiera y, sobre todo, cuidar de que no se mezcle con otros aromas.
  • Tomar en cuenta la temperatura, lo ideal es a 21° centígrados.
  • Tener los utensilios suficientes para la cata, como un cuchillo especial para cortar el jamón ibérico y, si es posible, un experto en cortarlo.
  • Un buen servicio que tenga una buena apariencia es primordial. La apariencia del jamón es de vital importancia para el orden y la presentación de la cata. Por ejemplo, hay que colocar las lonchas en tablas o platos blancos cuidadosamente partidas para dar permiso a degustar de una manera apetecible.

Por último, los profesionales determinarán la calidad del jamón ibérico otorgándole una nota y una clasificación que tendrá en cuenta los siguientes puntos:

  • El nivel de sal. Lo salado será positivo cuando esté equilibrado y negativo cuando tenga exceso de sal.
  • Si tiene un sabor rancio. Lo mejor es que esté muy reducido. Si está pasado tendrá una nota negativa.
  • Si está o no picante. Debe ser moderado para que los matices estén equilibrados.
  • Si tiene un toque dulce.
  • Si es o no de bellota.

En conclusión, el jamón ibérico es parte de nuestra riqueza gastronómica y qué mejor forma de valorar este alimento que degustar su textura en una cata en la que, además, disfrutaremos aprendiendo más acerca de este manjar. Pregunta por nuestra variedad de productos para tus catas y por más consejos, en Su Jamón solo ofrecemos productos de la mejor calidad y a un precio accesible.

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