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El jamón ibérico no es solo un tipo de jamón más sino que es un jamón muy saludable, exclusivo en sabor y con una presentación muy elegante, que bien vale su precio.
Quizás tengas la curiosidad de probarlo pero no te decides debido a que desconoces aspectos de este suculento manjar. No te preocupes, te mostraremos 8 curiosidades del jamón ibérico para que tomes la decisión de probarlo.
Estas curiosidades harán que tengas una idea clara del porqué necesitas probar el jamón ibérico y enamorarte de él. ¡Comencemos!
Los cerdos escogidos para ser convertidos en jamones ibéricos no son seleccionados al azar. El linaje de los cerdos ibéricos es bastante exclusivo y cada ejemplar tiene una madre y un padre los cuales están registrados bajo un árbol genealógico de la raza. Esto se hace para garantizar el sabor típico de este jamón y el bajo contenido de grasa a los que los comensales del jamón ibérico están acostumbrados.
Los cerdos ibéricos tienen una dieta de lo más exclusiva y excéntrica. Casi la totalidad de su alimentación se basa en el consumo de bellotas. Debido al consumo frecuente de estas la carne de estos cerdos adquiere un sabor único entre los jamones. De hecho, es uno de los jamones con mayor variedad de sabores mezclados armoniosamente. Las bellotas hacen que la grasa de los cerdos se convierta en grasa con alto contenido oleico y monoinsaturado, lo cual asegura un contenido calórico mínimo.
Las grasas que contiene el jamón ibérico de calidad son saludables para el corazón. Estas son de las llamadas ”grasas buenas”, parecidas a las contenidas en el aceite de oliva, por lo que el corazón no se verá afectado por ellas.
Esta es una gran noticia para las personas que aman este tipo de jamón, ya que podrán comerlo sin temor a enfermar su corazón y sin temor a engordar, ya que la cantidad de calorías por cada 100 gr de jamón ibérico es de apenas 250.
Las personas que hacen dieta pueden comer jamón ibérico sin preocuparse de romperla. Cada 100 gr de jamón ibérico contiene sólo 250 calorías. Lo mejor es que cada 100 gr también contiene 43 gr de proteínas, que es la encargada de darle energía al cuerpo para las labores diarias, por lo que el jamón ibérico en tu dieta te dará mucha energía sin que subas de peso.
Debido a su exquisitez no importa cuánto comas, siempre te sentirás saciado y las calorías que hayas ingerido no representarán un peligro para engordar.
El jamón ibérico hará una fiesta en tu boca. Todas las variantes de jamón ibérico de buena calidad tienen un sabor dulce, en contraposición al sabor salado normal de los jamones. Estos jamones ibéricos también tienen un sabor salado, aunque en menor medida; además, tiene tonos amargos, un sabor de fondo a bellota y un toque rancio agradable.
Estos sabores aparecen de manera natural y, al momento de curarlos, cada uno de estos sabores van apareciendo a través de cada una de las fases del secado, que es como se le llama al proceso de curación.
El proceso de secado del jamón ibérico es simple, pero a su vez complicado. De hecho, el jamón solo debe dejarse reposar hasta que pueda mostrar las características típicas de un jamón ibérico completamente listo para su consumo.
El proceso se complica a la hora de manipular el entorno en donde se lleva a cabo este secado, ya que este debe pasar por las cuatro estaciones para garantizar que el jamón ibérico sea digno de catar.
El primer proceso es el de someterlo a bajas temperaturas, típicas de invierno, para luego hacerlo pasar por la calidez de la primavera y así sucesivamente por el clima típico del verano y el otoño.
Si eres conocedor de los jamones ibéricos seguro has escuchado que los ejemplares de pata negra son los de mejor calidad. Bueno, esto se debe a que los cerdos ibéricos con padre y madre de raza usualmente tienen las patas negras. Otros cerdos, con 50% de ibéricos o un 75%, no tienen las pezuñas de este color. Pero este factor puede ser fácilmente alterado con pintura, por lo que se recomienda también ver otros factores como el color de la capa de grasa que se encuentra justo al cortar la piel del jamón.
Los mejores ejemplares tienen una grasa amarilla con toques rosa. Si encuentras un jamón con esta característica quiere decir que es uno de lujo y seguro tiene un sabor sorprendente. Los jamones más usuales tienen grasa amarilla, pero no quiere decir que sean menos sabrosos, ya que pueden ofrecer un nivel parecido de sabor que los de primera categoría, incluso algunos de primera categoría no llegan a desarrollar grasa con tonos de color rosa.
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