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Quizás hayas escuchado hablar de los ácaros alguna vez, se trata de microscópicos insectos que se encuentran en casi cualquier superficie y se alimentan de células muertas, pero ¿sabías que los ácaros tienen el poder para estropear un jamón? Te explicaremos cómo lo hacen y qué hacer para evitarlos.
Los ácaros son bichos microscópicos, existe una variedad que ataca especialmente al jamón mientras atraviesa el proceso de curación, por lo que puede representar grandes pérdidas de dinero para los secaderos de jamones y debe evitarse a toda costa su aparición.
Específicamente, se tratan de parásitos que se alimentan de la proteína de los alimentos, en este caso de los jamones que pasan por el proceso de secado. SI bien esto es así, también hay que tener en cuenta que atacan a otros embutidos y quesos.
La principal razón por las que aparecen en el jamón se debe a que el calor y la humedad del secadero son incorrectos, favoreciendo la aparición de los mismos. Si el ácaro encuentra un entorno con humedad ideal y cierto grado de calor junto a un lugar en donde alimentarse y reproducirse lo harán, y en grandes cantidades.
Las condiciones de secado deben ser óptimas para que este se realice correctamente, pero se debe asegurar que estas no sean ideales para la aparición del ácaro del jamón.
Otras medidas de seguridad para evitarlo es la buena ventilación, limpiar muy bien la zona en donde se secan los jamones y los utensilios con los que se realiza el corte.
El ácaro del jamón aparece cuando la pieza atraviesa el proceso de maduración, etapa que usualmente atraviesa el jamón en los secaderos o bodegas. El moho que aparece durante esta etapa es perfecto para ayudarlo no solo a aparecer, sino también para que se extienda por todas las piezas en existencia.
Las medidas sanitarias que regulan los procesos de curación del jamón tienen el poder de impedir que este aparezca y se multiplique, por lo que su aparición se debe a una mala práctica durante alguna de las fases de dicho proceso.
También es posible que el jamón no tenga ningún ácaro a la hora de comprarlo y el problema se dé en casa debido a almacenarlo de manera inadecuada.
En cualquiera de los dos casos, es necesario que antes de comerlo lo revises para buscar pequeños puntos blancos móviles, los cuales con seguridad serán ácaros, pero si estos no se mueven estos corresponden a tirosina cristalizada, la cual es inofensiva para la salud.
Es fácil detectar estos pequeños puntos blancos móviles si están en la superficie roja del jamón, pero habrá que mirar con detenimiento la superficie blanca para poder detectarlos de manera eficaz.
Los efectos del ácaro en el jamón ibérico dependen de cuánto tiempo han estado en él. Si los ácaros se encuentran en la superficie del mismo sin llegar a perforarlo el jamón puede ser salvado; sin embargo, si los ácaros ya han llegado a lo profundo del jamón sus excrementos pueden generar olores desagradables.
Un jamón con presencia de ácaros durante suficiente tiempo verá disminuida de manera importante su calidad final.
El jamón con ácaros se puede comer sin problemas si la pieza se limpia bien. Afortunadamente, si el jamón se encuentra en avanzado estado de infección por ácaros no habrá que desecharlo, sino limpiarlo bien, aunque será más difícil que en el caso de los ácaros superficiales claro está.
De hecho, si los ácaros son consumidos, en casos extremos, pueden generar alergias.
El efecto más perjudicial que puede tener el ácaro del jamón al ser consumido por el ser humano es el de las alergias, debido a los excrementos del ácaro, parásitos de este tipo que han muerto y secreciones varias.
No se recomienda que una persona que haya sufrido de problemas respiratorios como la neumonía consuma jamones previamente infectados de manera grave por ácaros ya que son propensas a las alergias que ellos producen.
Para matar a los ácaros del jamón en su totalidad, es conveniente untar la pieza con aceite de girasol tibio, el cual tapará todos los agujeros de la superficie del jamón y asfixiará a los ácaros al cabo de unos minutos. Si bien este método no elimina los ácaros existentes, si evitará que sigan reproduciéndose.
Al no existir demasiados ácaros en el jamón, debido a que fueron controlados, el riesgo de alergia al comerlo es bajo.
Si ya has comprado el jamón o lo has empezado a degustar y te diste cuenta de la presencia de los ácaros deberás sofocarlos para que no se extiendan a todo el jamón. Para ello debes colocar grasa de cerdo caliente encima del jamón con el fin de tapar los agujeros y con ello matar a los ácaros, evitando que se reproduzcan.
Un método más sencillo para eliminar los ácaros es el de simplemente lavar el jamón con agua a temperatura natural, pero este proceso se encuentra desaconsejado ya que hace que el jamón se humedezca, pudiendo producir una proliferación más rápida si no se come inmediatamente.
Además, el lavarlo quizás no mate los ácaros que se encuentran dentro del jamón, solo quitará los superficiales.
Por tu parte, no tendrías que preocuparte por la aparición de ácaros si compras tus jamones de proveedores de renombre. En SuJamón podemos ofrecerte los mejores jamones libres de ácaros ya que nos aseguramos de distribuir solo la mejor calidad.
Sabiendo cómo son los ácaros, como estropean el jamón y cómo combatirlos solo basta seguir nuestras instrucciones si los llegas a ver en algún jamón.
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